In a meeting in the State Dining Room this afternoon, the President and members of his Cabinet and senior staff met with a broad group of business, law enforcement, faith, and former and current elected leaders from across the political spectrum to hear their ideas and suggestions on how to tackle our shared challenge of fixing our nation’s broken immigration system in order to meet our 21st century economic and security needs.
The President reiterated his deep disappointment that Congressional action on immigration reform has stalled and that the DREAM Act failed to pass in the U.S. Senate after passing with a bipartisan majority in the U.S. House in December. The President listened to stakeholders describe a variety of problems that result from the broken system, including: educating the best and brightest but then shipping that talent overseas; concerns over the ability of businesses to reliably hire and retain a legal workforce; and the need to level the playing field for American workers by ending the underground labor market. In addition, local law enforcement officers expressed concern that without reform, enforcing federal immigration laws is a distraction from their important public safety and crime fighting mandates to keep their local communities safe, and faith leaders highlighted the damage to families and communities when families are separated, including parents who are taken away from their U.S. Citizen children.
The President reiterated his commitment to comprehensive immigration reform that both strengthens security at our borders while restoring accountability to the broken immigration system, and pointed out that perpetuating a broken immigration system is not an option if America is to win the future.
The President made it clear that while his Administration continues to improve our legal immigration system, secure our borders, and enhance our immigration enforcement so that it is more effectively and sensibly focusing on criminals, the only way to fix what’s broken about our immigration system is through legislative action in Congress. The President noted that he will continue to work to forge bipartisan consensus and will intensify efforts to lead a civil debate on this issue in the coming weeks and months, but also noted that he cannot be successful if he is leading the debate alone. The President urged meeting participants to take a public and active role to lead a constructive and civil debate on the need to fix the broken immigration system. He stressed that in order to successfully tackle this issue they must bring the debate to communities around the country and involve many sectors of American society in insisting that Congress act to create a system that meets our nation's needs for the 21st century and that upholds America's history as a nation of laws and a nation of immigrants. The President further committed that his Cabinet and White House team will follow up with each participant to maximize the outcome of this meeting in order to elevate the immigration debate.
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The White House
Oficina del Secretario de Prensa
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Para publicación inmediata 19 de abril, 2011
Información sobre la reunión del Presidente con partes interesadas sobre cómo arreglar el sistema de inmigración
En una reunión esta tarde en el Comedor de Estado, el Presidente, miembros de su gabinete y altos funcionarios se reunieron con un extenso grupo de líderes empresariales, policiales y religiosos, además de ex funcionarios electos y otros en funciones de todo el espectro político, para escuchar sus ideas y sugerencias sobre formas de hacerle frente a nuestro desafío común de arreglar el sistema de inmigración de nuestro país a fin de atender nuestras necesidades económicas y de seguridad del siglo XXI.
El Presidente reiteró su gran decepción de que la actividad en el Congreso sobre la reforma inmigratoria esté estancada y que el Senado de Estados Unidos no aprobara la Ley DREAM, después de que la Cámara de Representantes la aprobara con una mayoría bipartidista en diciembre. El Presidente escuchó a las partes interesadas describir una serie de problemas resultantes de las fallas del sistema, entre ellos: que se educa a los mejores y más inteligentes pero luego se envía ese talento al extranjero; inquietudes sobre la capacidad de las empresas de contratar y retener con confianza una fuerza laboral legal, y la necesidad de crear condiciones equitativas para los trabajadores estadounidenses al poner fin al mercado laboral clandestino. Además, agentes de la ley a nivel local expresaron sus inquietudes de que sin la reforma, velar por el cumplimiento de las leyes federales de inmigración es una distracción de sus obligaciones importantes en materia de combatir el crimen y mantener la seguridad pública a fin de mantener seguras a nuestras comunidades, y los líderes religiosos destacaron el daño a familias y comunidades cuando se separa a las familias, lo que incluye a padres que son apartados de sus hijos que son ciudadanos de Estados Unidos.
El Presidente reiteró su compromiso con la reforma integral de inmigración que refuerza nuestras fronteras a la vez que restaura el rendimiento de cuentas en el sistema de inmigración, ahora aquejado de problemas, y señaló que perpetuar estos no es una opción si Estados Unidos ha de ganar el futuro.
El Presidente dejó en claro que aunque su gobierno continúa mejorando nuestro sistema legal de inmigración, resguardando nuestras fronteras y mejorando los esfuerzos por velar por el cumplimiento de las leyes de inmigración para que se centre más eficaz y sensatamente en los criminales, la única manera de solucionar los problemas de nuestro sistema de inmigración es por medio de medidas legislativas en el Congreso. El Presidente señaló que continuará trabajando para forjar un consenso bipartidista e intensificará esfuerzos por encabezar un debate cortés sobre este asunto en semanas y meses venideros, pero también señaló que no puede tener éxito si lleva solo el debate. El Presidente instó a los participantes en la reunión a que desempeñen una función pública y activa para propiciar un debate constructivo y cortés sobre la necesidad de solucionar los problemas del sistema de inmigración. Destacó que para enfrentar este asunto con éxito, deben llevar el debate a las comunidades de todo el país y promover la participación de muchos sectores de la sociedad estadounidense al insistir en que el Congreso tome medidas para crear un sistema que atienda las necesidades del país en el siglo XXI y que respete la historia de Estados Unidos como estado de derecho y nación de inmigrantes. El Presidente prometió, además, que su gabinete y el personal de la Casa Blanca se volverán a comunicar con cada uno de los participantes a fin de maximizar los resultados de esta reunión con el propósito de llevar el debate inmigración a un nivel más elevado.